El tema más controvertido del periodo 1920-1932 fue la
prohibición de la fabricación y venta de bebidas alcohólicas que dio origen a
un periodo de violencia cuando bandas organizadas de criminales controlaron la
venta ilegal de bebidas alcohólicas.
En 1919 en EE.UU. entra en vigor las 18ª enmienda de la
Constitución a partir del de la iniciativa de la congresista Andrew Volstead
por la cual son prohibidas las bebidas alcohólicas, bajo la llamada Ley Seca,
la medida que se prolongará hasta 1933 tendrá como efecto un espectacular auge
de los grupos mafiosos ligados al comercio clandestino del licor, lo cual
motivará numerosas polémicas mientras se extiende la corrupción entre quienes
deben combatirlos. La prohibición se hizo efectiva en todo el territorio nacional
el 16 de enero de 1920.
El desprecio a la ley alteró las costumbres principalmente
de las clases altas, de forma extremadamente nociva. Los viejos “Saloons”
desaparecieron dando paso a los “speakeasies” o bares ilegales.
Es aquí donde entra la prestigiosa marca de whisky Cutty
Sark, que ha presentado con gran éxito en Valencia Secret Club, un exclusivo evento
en el que los invitados hemos podido disfrutar del estilo clandestino de los
speakeasies del New York de los locos años 20.
En un evento sin precedentes, donde Cutty Sark ha querido rendir homenaje a la enmienda XXI que derogó la Ley Seca. En
la fiesta pudimos disfrutar de la música, coctelería y gastronomía más
auténticas del New York de los años 20. Y
es que aunque la Ley Seca imperara en aquel momento, hay combinados que
desprenden la esencia de aquella fascinante época. En esta época calidad del
alcohol era muy baja, el whisky era de garrafón y la ginebra destilada en una
bañera. De ahí que se intentará dulcificar el sabor de estos licores. En los
locales de venta de alcohol ilegal, las cocteleras se llenaban de azúcar, agua
y diferentes jugos. Todo dependía de la creatividad del barman. Como los
cócteles que pudimos disfrutar en la fiesta…
La fiesta fue en una céntrica calle de la ciudad, y bajo la
aparente tranquilidad de una tradicional funeraria neoyorkina de la época, lo
que no podíamos imaginar es que desde el comienzo del recorrido, al encontrarse
con Sam, viviríamos una experiencia inolvidable. Tras pasar por este personaje
tan particular, tuvimos que caminar
hasta llegar a un pequeño cuarto, en donde un robusto portero nos pidió la
contraseña que nos daría acceso al mundo clandestino de Secret Club. Una vez
superados todos estos controles de acceso, pudimos acceder, a través de un
ataúd trucado, accediendo a un verdadero speakeasy neoyorkino que nos enseñó lo
mejor de la cultura americana de los locos años 20.
El magnífico sonido en directo de la banda de jazz, el ritmo
y sensualidad de las bailarinas de burlesque o la creatividad de los cocteleros
ataviados como boticarios, fueron solo algunas de las sorpresas que los asistentes
a Secret Club pudimos disfrutar en esta fiesta donde la marca Cutty Sark dejo
el listón muy alto.
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